El hombre de la calle. La fotografía que acompaña el espacio “Comentarios a artículos en el blog” -difundida por el periódico La Nación-, fue analizada por los estudiantes de teorías II en un examen en el año 2008. La misma es especialmente reveladora y se convierte en una imagen dialéctica, según los aportes del filósofo judío alemán Walter Benjamín (1892-1940). Esta imagen condensa en sentido psicoantropológico, el significado que tienen las personas que viven en la calle, para la sociedad que las invisibiliza. En un primer plano está un señor al que denominaremos “El hombre de la calle”, quien es capturado por el ojo que recuperó para la posteridad, la importancia del momento, de la situación y de lo que después se convirtió en el cuadro fotográfico. Ese hombre está casi a la misma altura de la basura y por el color oscuro de su ropa, la totalidad de su cuerpo parece una continuación de la bolsa que contiene los desechos de la sociedad. Llama la atención su actitud, no se vislumbra lástima en su rostro y su posición transmite una prestancia y dignidad especial; él está en su mundo, no parece inmutarse por nadie, ni ante nadie, hace su trabajo, allá el mundo. El hombre de la calle, al igual que “El hombre de la multitud” (1840) de Allan Poe (1809-1849), nos conduce por los intersticios del bulevar-ciudad –esos que Luis Durán (2010) en su tesis está explorando- y que representan una metáfora de los recovecos de la miseria humana. En realidad ese hombre como retrato de la indigencia, es el espejo de la sociedad o el espejo del “otro” de Mercedes Hidalgo (2010)-, sociedad que se vislumbra al final del pasaje y en un segundo plano de la imagen. En ese plano se desplazan quienes pasaron frente al hombre de la calle y siguieron su ruta hacia el futuro -porque tienen futuro-, mientras le dan la espalda a ese ser. Por qué se fueron, por qué no se detuvieron... Casi con seguridad no lo vieron, no lo sintieron, no se dieron cuenta, ya que el ritmo acelerado de la vida cotidiana y sus mecanismos de normalización y habituación, provocaron que actuaran frente a él como parte de una realidad normal. Pero el retrato está ahí y permite mostrar la injusticia social instaurada en la legitimidad de lo natural; la mecanización casi absoluta de la conciencia y la profunda soledad del ser humano. Y por si la fotografía no fuese suficiente para hacer irrumpir la conciencia, están las palabras para hacer hablar desde la antropología, las imágenes. Saludos, M. Carmen Araya
Yo considero que lo mas importante en esta imagen es que la foto en si misma muestra como se “des focaliza” al indigente, es decir, NO es punto central de la imagen, el indigente, este aparece a un lado, como si solo fuese parte más del “paisaje”, al igual que los transeúntes que se ven al fondo, lo cual en cierta forma tiende a interpretarse como lo “obvio” o lo “común”, es decir hay personas en la ciudad y toda ciudad tiene indigentes. Además de que el indigente aparece rodeado de basura, dando la apariencia de que ese es su “habitad” o el medio en el cual suponemos que se desenvuelve, lo cual es completamente erróneo, dado que en base a la experiencia de campo que tuvimos y a la interacción que tuve con mi compañera con un indigente, el nos conto como alguno disponen (en algunos casos, de la basura como un recurso y aun así no todos o por lo menos solo en casos de necesidad extrema), pero no necesariamente que ellos viven constantemente de la basura. Y así como el indigente se convierte en un elemento más del “paisaje”, se pierde ese interés por conocer la lógica que subyace en torno a las condiciones histórico sociales que lo llevaron a esa condición, y más bien su condición se da como lo dado o lo “natural”. Bueno en fin esa es mi apreciación de la imagen, espero que les haya servido el comentario.
En esta imagen lo que se observa es un fiel reflejo de lo que se da en esta sociedad donde a pesar de ver a la spersonas llenas de problemas les damos la espalda antes de voltear y ayudarlos esto porque son marginados desde su familia hasta cualquier persona que les pasa a al par, esto sin antes conocer su situación como se sienten y la necesidad que se ha visto de estas personas de compartir su mundo con otras como se ha visto en las entrevistas que hemos hecho jean carlo a80665
El hombre de la calle.
ResponderEliminarLa fotografía que acompaña el espacio “Comentarios a artículos en el blog” -difundida por el periódico La Nación-, fue analizada por los estudiantes de teorías II en un examen en el año 2008. La misma es especialmente reveladora y se convierte en una imagen dialéctica, según los aportes del filósofo judío alemán Walter Benjamín (1892-1940). Esta imagen condensa en sentido psicoantropológico, el significado que tienen las personas que viven en la calle, para la sociedad que las invisibiliza. En un primer plano está un señor al que denominaremos “El hombre de la calle”, quien es capturado por el ojo que recuperó para la posteridad, la importancia del momento, de la situación y de lo que después se convirtió en el cuadro fotográfico. Ese hombre está casi a la misma altura de la basura y por el color oscuro de su ropa, la totalidad de su cuerpo parece una continuación de la bolsa que contiene los desechos de la sociedad. Llama la atención su actitud, no se vislumbra lástima en su rostro y su posición transmite una prestancia y dignidad especial; él está en su mundo, no parece inmutarse por nadie, ni ante nadie, hace su trabajo, allá el mundo. El hombre de la calle, al igual que “El hombre de la multitud” (1840) de Allan Poe (1809-1849), nos conduce por los intersticios del bulevar-ciudad –esos que Luis Durán (2010) en su tesis está explorando- y que representan una metáfora de los recovecos de la miseria humana. En realidad ese hombre como retrato de la indigencia, es el espejo de la sociedad o el espejo del “otro” de Mercedes Hidalgo (2010)-, sociedad que se vislumbra al final del pasaje y en un segundo plano de la imagen. En ese plano se desplazan quienes pasaron frente al hombre de la calle y siguieron su ruta hacia el futuro -porque tienen futuro-, mientras le dan la espalda a ese ser. Por qué se fueron, por qué no se detuvieron... Casi con seguridad no lo vieron, no lo sintieron, no se dieron cuenta, ya que el ritmo acelerado de la vida cotidiana y sus mecanismos de normalización y habituación, provocaron que actuaran frente a él como parte de una realidad normal. Pero el retrato está ahí y permite mostrar la injusticia social instaurada en la legitimidad de lo natural; la mecanización casi absoluta de la conciencia y la profunda soledad del ser humano. Y por si la fotografía no fuese suficiente para hacer irrumpir la conciencia, están las palabras para hacer hablar desde la antropología, las imágenes. Saludos, M. Carmen Araya
Agustin Morales N. (A84319)
ResponderEliminarYo considero que lo mas importante en esta imagen es que la foto en si misma muestra como se “des focaliza” al indigente, es decir, NO es punto central de la imagen, el indigente, este aparece a un lado, como si solo fuese parte más del “paisaje”, al igual que los transeúntes que se ven al fondo, lo cual en cierta forma tiende a interpretarse como lo “obvio” o lo “común”, es decir hay personas en la ciudad y toda ciudad tiene indigentes.
Además de que el indigente aparece rodeado de basura, dando la apariencia de que ese es su “habitad” o el medio en el cual suponemos que se desenvuelve, lo cual es completamente erróneo, dado que en base a la experiencia de campo que tuvimos y a la interacción que tuve con mi compañera con un indigente, el nos conto como alguno disponen (en algunos casos, de la basura como un recurso y aun así no todos o por lo menos solo en casos de necesidad extrema), pero no necesariamente que ellos viven constantemente de la basura.
Y así como el indigente se convierte en un elemento más del “paisaje”, se pierde ese interés por conocer la lógica que subyace en torno a las condiciones histórico sociales que lo llevaron a esa condición, y más bien su condición se da como lo dado o lo “natural”.
Bueno en fin esa es mi apreciación de la imagen, espero que les haya servido el comentario.
En esta imagen lo que se observa es un fiel reflejo de lo que se da en esta sociedad donde a pesar de ver a la spersonas llenas de problemas les damos la espalda antes de voltear y ayudarlos esto porque son marginados desde su familia hasta cualquier persona que les pasa a al par, esto sin antes conocer su situación como se sienten y la necesidad que se ha visto de estas personas de compartir su mundo con otras como se ha visto en las entrevistas que hemos hecho jean carlo a80665
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