miércoles, 14 de abril de 2010

¿Cuáles son las políticas Municipales para ayudar a personas en riesgo social?

La indigencia es un fenómeno que debe ser explorado desde distintas vertientes (económicas, psicológicas, políticas y socio-culturales). Este escrito pretende explorar las acciones realizadas por parte de la Municipalidad de San José, como gobierno generador de políticas excluyentes y contradictorias (violencia estructural)[1], y cómo estas repercuten en el crecimiento de la población considerada indigente.

La posible relación entre sector informal y la indigencia es ejemplificada con los aportes de otros autores. Refiriéndose a la “actividad económica”, Astúa y Solano (2000) indican que la mayoría de los indigentes practicaban algún oficio por “cuenta propia”, que las investigadoras denominan como ‘’informales’’ y entre las que mencionan por ejemplo: vendedor ambulante, zapatero, barbero, ebanista, cuida carros (citado en Rojas, 2001). “Todas las actividades que he mencionado –dice Rojas-, realizadas por las personas en indigencia, cumplen con estas características, por tanto las considero como parte de la economía informal” (Rojas, 2001). De lo anterior, notamos que las personas en situación de indigencia, laboraban en el sector informal, en el cual su reducido ingreso económico (y las posibles consecuencias de esto, como: hambre, imposibilidad para acceder a la educación y distintas maneras de ocio, rencillas familiares, en muchos casos son núcleos familiares con un solo padre o madre, lo cual implica que en muchas ocasiones tengan que llevar consigo a sus hijos a la calle, en donde pueden estar expuestos a distintas situaciones, positivas y negativas, etc.) las convierte en personas con mayor grado de vulnerabilidad.


A través del “Plan de Repoblamiento Urbano San José 2000” o “San José Posible” se establecen lineamientos en los cuales el sector informal (en este caso los vendedores ambulantes - VA) se están viendo sometidos a presiones o medidas como: el decomiso de su mercadería, la invisibilización que se da desde los medios de comunicación masiva sobre su situación y los actos de represión que ejecuta el municipio, con tal de devolverles los espacios que la ciudadanía ha perdido, como afirma el alcalde Johnny Araya
[2]. Una de las consecuencias de esta política es la expulsión o la acentuación de condiciones que pueden llevar a personas de la informalidad a la indigencia (al negarles su forma de subsistencia).
Otra consecuencia proviene del manejo que realizan las autoridades del espacio público, ¿Será de todos y todas este espacio?
[3] . ¿Espacio publico o espacio privado? ¿Quiénes tienen derecho a utilizarlo y cómo?

Anteriormente comentamos una de las causas estructurales que afectan a una población en específica del sector informal (VA) y sus posibles repercusiones (como la indigencia). Ahora, señalaremos las mediadas
[4] tomadas por la entidad municipal exclusivamente para el fenómeno de la indigencia, entre las cuales encontramos: la desocupación del espacio público (los oficiales les solicitan a las personas en condición de calle que se muevan a otros sitios) y la apertura del Centro Dormitorio de San José, a este último se le ha delegado oficialmente la atención a la población en estado de indigencia, sin embargo sus recursos (humanos y materiales) no son suficientes para una atención adecuada.


Conclusiones

Se hace patente un movimiento de “expulsión” (requisas, persecución y enfrentamientos físicos y verbales) de personas que están en riesgo social, hacia una situación de precariedad total (indigencia). Aunado a esto, la “Muni” no brinda los recursos necesarios para proveer una adecuada
[5] atención a estos sujetos (indigentes), por lo tanto las contradicciones entre las políticas municipales llevan a incrementar lo que tanto temen, la indigencia y nos da indicios del carácter autoritario del Ayuntamiento.

Ante las directrices del gobierno local josefino resulta pertinente generar proyectos de autogestión (actualmente se esta desarrollando algo similar) y artísticos para crear herramientas que les permita a estas personas sobreponerse a sus experiencias negativas, por ejemplo: la experiencia teatral que tuvo un grupo de personas indigentes (incluyendo funcionarios del albergue) hace un par de años atrás – la creación de un grupo profesional podría brindar recursos económicos y permitir la cohesión del grupo (quizás podría funcionar como una red de soporte o familia que es vital en cualquier ser humano), así como un trabajo en las potencialidades de cada individuo.

Es importante destacar lo expresado por uno de los administrativos
[6] del albergue: “¿para que rehabilitar?, para que gente que la gente salga de aquí y este bien dos, tres meses, trabajando en una caseta de guardias de 4x4m metros y con un salario miserable. Nosotros no queremos rehabilitar, sino enseñar que hay mas opciones”. Algunos aspectos a destacar de esto son: la libertad de opción y el empoderamiento del individuo, estos factores son sumamente importantes en su crecimiento personal y disminuyen las posibilidades de que estos vean a las instituciones gubernamentales y otros actores (ONG`s, Dios, etc.) como los responsables absolutos de la “superación” de su condición. También se hace necesario crear centros de capacitación técnica[7] (quizás la enseñanza de oficios artesanales sea riesgosa, debido a los bajos ingresos que reciben), en los cuales puedan adquirir y/o enseñar una
profesión que los mantenga ocupados (este es otro metodo de ayuda) y los mantenga a cierta distancia económica del riesgo social – aunque la situación económica es solo uno de los factores que impulsan a estas personas a vivir en la calle.

En lo que respecta al financiamiento del Centro Dormitorio, debemos señalar que el Ayuntamiento asigna fuertes cantidades de dinero y logistica a su sección cultural, por ejemplo: anualmente se realiza el festival de verano Transitarte en el cual se invierte 46.900.000 millones de colones (este porcentaje solo es aportado por la “Muni”, mientras que el restante es suministrado por la red interinstitucional privada), ademas es un patrocinador oficial del Festival Internacional de las Artes (FIA). Ante esto, parece ser que nuestros representantes prefieren posicionarse a nivel nacional e internacional antes que velar (a través del cumplimiento de su plan de gobierno) por la integridad de sus ciudadanos.

Finalmente, la Municipalidad es un ente autoritario que vela por el interés del sector privado a pesar de que esto conlleve a empeorar la condición de sectores de la población en riesgo social, también incumple con sus deberes como gobierno (ver anexo). Ante esto, los sectores populares tienen que recuperar lo que es suyo y ahora parecer ser ajeno, el poder para construirse y desconocer la supuesta autoridad que se hace ver como la legitima representación del pueblo.

Anexo

Adjunto el link donde se puede encontrar la información que exhibe la Municipalidad de San José sobre su misión, visión y valores institucionales.

http://www.msj.go.cr/gob_ciudad/index.html

En este link se puede encontrar distintos documentos del ayuntamiento (entre ellos el Plan de Repoblamiento capitalino y sus planes de gobierno).

http://www.msj.go.cr/doc_municipal/index.html

Notas:

[1] La Universidad de la Rioja España cataloga el término violencia estructural como aquellas situaciones en las que se produce un daño en la satisfacción de las necesidades humanas básicas (supervivencia, bienestar, identidad o libertad) como resultado de los procesos de estratificación social, es decir, sin necesidad de formas de violencia directa. El término violencia estructural remite a la existencia de un conflicto entre dos o más grupos de una sociedad (normalmente caracterizados en términos de género, etnia, clase nacionalidad, edad u otros) en el que el reparto, acceso o posibilidad de uso de los recursos es resuelto sistemáticamente a favor de alguna de las partes y en perjuicio de las demás, debido a los mecanismos de estratificación social. La utilidad del término violencia estructural radica en el reconocimiento de la existencia de conflicto en el uso de los recursos materiales y sociales y como tal, es útil para entender y relacionarlo con manifestaciones de violencia directa (cuando alguno de los grupos quiere cambiar o reforzar su posición en la situación conflictiva por la vía de la fuerza) o de violencia cultural (legitimizaciones de las otras dos formas de violencia, como, por ejemplo, el racismo, sexismo, clasismo o eurocentrismo).

[2] Otro actor que ha contribuido ampliamente a esta percepción negativa de los VA, es la Cámara de Comercio josefino, que catalogaban la actividad informal, así como a sus participantes de la siguiente manera: “representan la competencia desleal para el comercio formalmente establecido”, “obstruyen el acceso físico a los establecimientos comerciales”, “reducen la plusvalía de la zona al afear la zona”, “constituyen un peligro para la salud pública”, “favorecen la inseguridad y la delincuencia” (Muñoz y Meoño 1994).

[3] La pertinencia de estas preguntas radica en el tipo de acciones y de que actores pueden surgir.

[4] Existen otro tipo de medidas como las cruzadas de fe, capacitaciones laborales acargo del INA, cedulacion y atencion en salud, estas alternativas siguen en el papel.
[5] Esto se verifico en la visita al Centro Dormitorio.

[6] Es necesario mantener en el anonimato a esta persona para evitarle problemas.

[7] Debido a la duración de proyectos de esta índole son pocas las ONG`s que mantienen su cooperación en distintas áreas, esto hace necesario la autogestión de los mismos.

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